miércoles, 14 de julio de 2021

LA DANZA, LA AUTOESTIMA Y EL MOVIMIENTO

LA DANZA , EL AUTOESTIMA Y EL MOVIMIENTO 




La danza se compone de diversos elementos estructurales, los cuales se interrelacionan, logrando transmitir emociones al público y también para el mismo bailarín. El uso predominante de uno u otro de los elementos del movimiento no es siempre parejo. En ciertos bailes predomina el ritmo, en otros el uso del espacio, etc.

Movimiento en la danza 

El movimiento en la danza es básicamente todo, es la forma en la que expresas tus sentimientos por medio de tu cuerpo, tu rostro, etc. 

A través del movimiento podemos aprender cosas sobre nuestro cuerpo, el espacio que nos rodea y ayuda a conocernos mejor nosotros mismos.

Clasificación de gestos o tipos de movimientos

Los gestos o movimientos de danza han sido catalogados de diversas maneras, según los autores y la época, desde Francois Delsarte hasta nuestros días. Por ejemplo, la autora Sandra Cerny Milton, clasifica el movimiento con capacidad de comunicación en cinco tipos:-Emblemáticos -Ilustradores -Reguladores -Afectivos -Adaptadores

Y la gran Doris Humphrey, clasificó el gesto en cuatro tipos:-Social-Funcional -Ritual -Emocional

Vamos a centrarnos en una de ellas autoras para describir cada uno de ellos cada tipo de movimiento, sin perjuicio de otras clasificaciones o divisiones más específicas que puedan ser utilizadas para las actividades.

Para Doris Humphrey (The Art of Making Dances, 1959) los divide en los siguientes:

a) Gesto social: tales como la reverencia o inclinación, el saludo, el apretón de manos, el abrazo. Algunos de estos gestos corresponderían en la catalogación anterior a los movimientos emblemáticos y otros corresponderían a los movimientos ilustradores.

b) Gesto funcional: existen multitud de movimientos creados con una finalidad práctica y que extraídos de su entorno natural pueden ser muy útiles para la composición dancística –pueden usarse para crear frases de movimiento- y para la preparación de los estudiantes como, por ejemplo, todos aquellos que tienen que ver con los distintos trabajos y actividades cotidianas del ser humano.

c) Gesto ritual: tanto los establecidos en relación con diversas religiones como los rituales semi-sociales, tales como una coronación de un monarca, el protocolo de un tribunal o las sesiones de proclamación de los candidatos políticos, celebraciones con intencionalidad. 


d) Gesto emocional: para el bailarín es la categoría más profusa y valiosa, pero los estados emocionales que ocurren con tanta frecuencia que pueden reconocerse fácilmente, no resultan tan numerosos como cabría imaginar, ya que muchos sentimientos pueden expresarse de tantas maneras (en realidad, depende de muchos factores: sociales, culturales, psicológicos, hereditarios, etc., por lo que podría decirse que cada persona tiene un modo único de expresar los sentimientos propios) que no existe realmente una pauta establecida para la mayoría de ellos. ¿Qué movimiento y forma tiene la esperanza, el miedo o el amor? Tienen ciertas características comunes pero no una pauta determinada. Un ejemplo de sentimiento que si se ajusta a unas pautas determinadas sería la pena.



La autoestima y la danza


Bailar es una maravillosa manera de trabajar nuestra autoestima. Uno de los motivos para apoyar esta afirmación es que aprendemos a perder el sentido del ridículo.
Por otra parte, también descubrimos una manera creativa de expresar emociones y pensamientos, ampliamos nuestro círculo social al relacionarnos con personas nuevas y diferentes con las que además compartimos la misma pasión, lo que nos permite salir un poco de nuestra zona de confort. También ayuda a demostrarnos a nosotros mismos que trabajando conseguimos sacar coreografías difíciles que antes no nos salían o pasos que cada vez me salen mejor. Este tipo de cosas promueven la auto confianza, y claro, esto como consecuencia ayuda a mejorar nuestra autoestima.

El baile también nos hace ESTAR PRESENTES. Parar a pensar por un momento: ¿Cuánto tiempo paras para pensar en lo que pasó ayer? ¿O en todo lo que nos queda por hacer mañana? Constantemente nuestro pensamiento está centrado en el pasado y el futuro, lo que nos impide disfrutar de lo que estamos haciendo justo AHORA. Cuando se baila ejemplo pasa lo siguiente, mientras se baila no puedes pensar en otra cosa, es como magia, como si los problemas desaparecieran durante ese rato y sólo existiera el cuerpo, la música y la coreografía. Esto nos permite entrar en un estado de “flow”, que como bien señalan los expertos es cuando nos dejamos llevar por lo que estamos haciendo y simplemente disfrutamos de ello.


BAILANDO REALIZAMOS UN EJERCICIO FANTÁSTICO: CONECTAMOS MENTE, CUERPO Y ALMA.


Tomado del post de la psicologa y bailarina : 



3 comentarios: